¿DÓNDE ESTÁ LUIS?

NOTA: Este blog lo escribí hace tiempo, no me atreví a publicarlo, pero ya que ha pasado mucho tiempo y me da igual, decidí subirlo, así qué, no estoy pasando por un mal de amores.

Para el blog de hoy, vengo a desahogarme, tengo el poto roto, digo el corazón roto. La persona a la que voy a funar por hacerme sentir así se llama Luis, así que ojito con los que se llaman "Luis".

Dicen que las personas son pasajeras, y ese pendejete me volvió a recordar eso. La historia empieza un día del cual casi no tengo memoria, pero sé que fue un día de julio. Estaba curioseando yo por una app para conocer personas, no me juzguen que sé que la mayoría de ustedes ha tenido curiosidad en usar esas apps de citas, así que prosigo: empezamos a chatear, primero, la típica conversación de "hola, qué tal?", "bien y tú", y así. No sé en qué momento la conversación se volvió muy extensa y hablábamos hasta las tantas, solo sé que en algún momento con sus poderes sobrenaturales me hipnotizó y yo caí rendido, ¿Saben qué es lo más irónico de todo esto? Que nunca nos vimos en persona, todo fue mediante el bendito WhatsApp, y es que luego de coger confianza con él, intercambiamos nuestros números de teléfono. Así, poco a poco, mensaje a mensaje empecé a quererle más.

Sinceramente siempre tuve mis dudas, la primera vez que desapareció fue la ocasión en la que nos íbamos a ver por primera vez, la tarde del 27 de julio. El plan era el siguiente: él iba a trabajar hasta las 3pm, y yo estaría en una asamblea organizada por la iglesia a la que alguna vez pertenecí, también hasta la misma hora. Ese día me la pasaba mirando el móvil a ver si acaso me respondía. Llegaron las 3pm, no respondía ninguno de los mensajes que le mandaba, y encima solo me aparecía una aspa en nuestro chat de WhatsApp, lo cuál indicaba que mis mensajes ni siquiera estaban siendo recibidos. "pucha, que el Luis me engañó y me dejó plantado" pensé. Ese día tenía cabeza para pensar solo en él, no recordaba nada de lo que había visto y oído en la asamblea. Ahora que lo pienso, debería haberle empezado a cobrar desde ese momento por ocupar mucho espacio en mi tonto cerebrito. Intenté llamarlo desde el teléfono de mi madre pues pensé que probablemente me había bloqueado, pero cuándo llamé a su teléfono, sonaba igual de apagado que cuándo llamaba desde el mío. Esa fue la primera vez que me pregunté ¿Dónde está Luis? Pero, más que encontrar respuesta a esa pregunta, tenía otras preguntas que me inquietaban: ¿Él estará bien?¿A caso le ocurrió algo malo?

El pendejo estaba bien, el que estaba mal era yo preocupandome como tonto, pero bueno, apareció a los dos días con el magnífico cuento de que le habían robado el teléfono y que estaba muy triste, y ahí estaba yo creyéndole todo lo que me decía, consolándolo como idiota, diciéndole: "No importa que no nos háyamos visto, lo importante es que tú estés bien", no puedo creer lo ciego que me encontraba en ese momento.

Llamada tras llamada, mensaje tras mensaje seguía ilusionándome, pero seguía sin conocerlo en persona, y yo moría por verlo, así que me atreví a proponerle para vernos, él aceptó gustoso, o eso me hizo creer, acordamos en que yo iría a la ciudad por la tarde y lo esperaría hasta que salga de su trabajo, luego iríamos a ver el mar para ver como se oculta el sol, después alquilaríamos una habitación en algún hospedaje para descansar y hacer cosas prohibidas mientras nos bebíamos un vino. Quizás suene un plan muy común o poco romántico, pero para mí era el plan perfecto, no me importaba el plan, solo quería verlo. Todo fue planificado un martes, la cita sería el día jueves.

Como nunca deseé que sea jueves hasta que llegó el día, y me di cuenta de que el día anterior, miércoles, no habíamos conversado absolutamente para nada, y es que el miércoles me la pasé trabajando que no me di cuenta que él no me había respondido, y que el último mensaje de nuestro chat era mío deseándole unas "dulces pesadillas" el día martes por la noche. Se me hizo muy extraño, ¿otra vez le robaron el teléfono? bromeé conmigo mismo. Pasaban las horas y el susodicho seguía sin conectarse, ¿ahora que le había ocurrido? pensaba, y la emoción con la que empecé el día, con el pasar de cada minuto, se iba transformando en frustración. Me sentía como un completo idiota cuando llegó la noche y él no daba señales de vida, ni un mensaje, ni las dos aspas de whatsApp que indicaban que el mensaje había sido recibido, solo aparecía una solitaria aspa (pero no más solitario que yo en ese momento) que me decía que el mensaje solo fue enviado, o que quizás me había bloqueado.

Pasaron muchos días, no apareció.

Escribía todos los días en nuestro chat con la esperanza de que algún día aparezca.


Se fué sin darme una explicación, me dejó con tantas preguntas sin respuestas. 

Apareció, pero estaba muerto, o sea, ¿cómo?

"(...) Soy la madre de José, bueno Luis como tú le dices. La noche del miércoles sufrió un accidente que le quitó la vida. Desde ese día no tuve la valentía de encender su celular hasta ahora, me doy cuenta de muchas cosas que nunca me dijo. A mí me gustaría que fuera una broma o un mal sueño del cual quisiera despertar pronto". Ese fue un fragmento de los mensajes que recibí días después del chat de ¿Luis?

Al inicio pensé que era una broma, pero esas palabras de su supuesta madre sonaron tan creíbles que me puse mal, muy mal. Tuve un ataque de ansiedad que hasta me hizo vomitar, no podía creerlo, ¿EN SERIO HABÍA MUERTO? la pasé tan mal que ni siquiera fui a trabajar esa noche. Si estaba muerto me dolía lo que le había pasado, nunca pude conocerlo en persona y ya había muerto, si estaba vivo, me estaba engañando y lo peor es que no me quería, y no supo como deshacerse de mí que no tuvo mejor idea que fingir su muerte. Es decir, así él estuviese vivo o muerto, dolía y mucho, en ambas situaciones salía lastimado yo.

Si bien es cierto, las respuestas no vendrían solas hacia mí, así que fuí tras ellas, puse manos a la obra. Para empezar debía saber cúal era su verdadero nombre. como tenía su número de celular, fui inmediatamente a yape para ver que nombre me aparecía con el número de él. me llevé una gran sorpresa, ni Luis ni José, su nombre era otro. Por privacidad diré que me apareció el nombre de "Juan Pérez", en fin, entré a Facebook para buscar todos los perfiles con el nombre de "Juan Pérez", y encontré un perfil que coincidía con la poca información que tenía de "Luis". Era inevitable no escribirle, y lo hice, obtuve respuesta a los dos días, el tipo de ese perfil me aclaró que él no era ningún Luis, que me había equivocado de persona y de perfil. Que mal me sentí como detective, así que continué mi búsqueda en instagram, donde nuevamente fracasé. ¿Qué más podía hacer?

Nunca supe más de Luis, pero hay algo de lo que sí estoy seguro, que él está vivo, no tengo pruebas pero tampoco dudas, sé que fingió su muerte para alejarse de mí, ¿Qué cobarde no lo creen? Quizás no se llama ni Luis, ni José ni Juan Pérez, sino por nombre tiene Cobarde y por apellido Gil. No supe hasta el día de hoy porque se desapareció, o porque hizo eso de fingir su muerte. Yo lo quise mucho, le dediqué hasta algunas de mis canciones favoritas, que grave error. El último mensaje que él me mandó antes de "desaparecer" fue un te quiero, fue la primera vez que me lo dijo, también la última. 

La respuesta a la mayoría de mis preguntas fue un "PORQUE NO TE QUIERE JEREMY, POR ESO". una dura respuesta, ¿no lo creen? Sin embargo, hay una pregunta a la cúal aún no encuentro respuesta hasta el día de hoy: ¿DÓNDE ESTÁ LUIS?




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